Las baterías de los vehículos eléctricos (VE) están mejorando y se cargan más rápido. Farasis Energy, de China, ha desarrollado una nueva tecnología de carga ultrarrápida que puede cargar la batería de un VE del 10 % al 80 % en menos de 10 minutos. Este avance significa que los propietarios de VE pasarán menos tiempo en las estaciones de carga y más tiempo en la carretera.
Un factor importante en la adopción de vehículos eléctricos es el rendimiento de la batería. A los compradores les importa la velocidad de carga, la distancia que puede recorrer con una carga completa, su precio y su seguridad. Por ello, las empresas están invirtiendo mucho en mejorar y hacer más eficientes las baterías de los vehículos eléctricos.
Mejora de la tecnología de baterías LFP
Un tipo de batería para vehículos eléctricos , la de fosfato de hierro y litio (LFP), ha estado atrayendo mucha atención. Si bien las baterías LFP solían tener menor densidad energética que las de níquel, están ganando terreno. Además, son más económicas, duran más y son más seguras, razón por la cual cada vez más fabricantes las utilizan.
A pesar de estas ventajas, las baterías LFP presentan una desventaja: tardan más en cargarse, especialmente en climas fríos. Sin embargo, los nuevos avances de empresas como CATL, BYD y Zeekr han mejorado la velocidad de carga.
Ahora, las baterías LFP pueden cargarse a velocidades de 4C-5C, incluso en condiciones de congelación, lo que significa que pueden soportar más energía sin sobrecalentarse.
Avance con la carga ultrarrápida de 6C
Farasis Energy ha dado un paso más con su nueva batería de carga ultrarrápida 6C. Una clasificación 6C significa que la batería puede cargarse a seis veces su capacidad. Para una batería de 100 kWh, esto podría significar velocidades de carga superiores a 600 kW, lo que permite cargar completamente un vehículo eléctrico en unos 10 minutos. El verdadero reto, sin embargo, es evitar que la batería se sobrecaliente durante la carga.
Para solucionar esto, Farasis Energy rediseñó la batería para mejorar la disipación térmica. El nuevo diseño cuadruplica el área de disipación para las baterías de níquel 5C y 4,8 veces para las baterías LFP 6C.
La empresa también desarrolló celdas de batería de tipo bolsa de gran tamaño, tecnología denominada Super Pouch Solution (SPS). Este sistema ayuda a mantener bajas las temperaturas de la batería incluso durante la carga ultrarrápida.
Superando los límites con la carga a nivel de megavatios
Farasis Energy probó su nueva tecnología para comprobar su eficacia en el control de la temperatura de la batería. Los resultados mostraron que las temperaturas de carga rápida se mantuvieron dentro de los 50 grados Celsius (122 grados Fahrenheit). Con esta configuración, la batería de níquel 5C pudo cargarse del 10 % al 80 % en tan solo 10,2 minutos, mientras que la batería LFP 6C lo hizo aún más rápido, en tan solo 8,55 minutos.
Este avance acerca mucho los tiempos de carga de los vehículos eléctricos a la experiencia de repostar un coche de gasolina. Sin embargo, existe otro obstáculo: las estaciones de carga. Para aprovechar al máximo la carga 6C, los vehículos eléctricos necesitarán cargadores de megavatios.
Esto significa que, si bien la tecnología de las baterías está lista para la carga ultrarrápida, la infraestructura de carga también debe ponerse al día para que sea práctica para el uso diario.