Un consorcio internacional explorará el potencial de los vehículos que funcionan con energía solar y su impacto en las políticas y regulaciones futuras para la infraestructura de carga eléctrica en Europa. La asociación se llama Solar Moves y, además de TNO, incluye el Instituto Fraunhofer para Sistemas de Energía Solar ISE, Sono Motors e IM Efficiency, dice TNO en un comunicado de prensa.
La UE y sus estados miembros tienen objetivos ambiciosos para lograr un sistema de movilidad libre de emisiones en la próxima década. Esto requerirá inversiones significativas en infraestructura de carga de automóviles. La aplicación de tecnología solar en y sobre vehículos eléctricos puede ser una posible solución aquí. De hecho, investigación previa ha demostrado que los paneles solares de los coches eléctricos pueden reducir su necesidad de carga en un 25 % anual. En zonas soleadas, esta reducción puede llegar incluso al 40 por ciento.
Mercado creciente
Para 2030, los automóviles eléctricos con paneles solares podrían constituir aproximadamente el 10 por ciento de todo el mercado. Se están desarrollando varios coches con células solares. Además, más de 30 camiones circulan ya por Europa con células solares en el techo de sus remolques, haciendo más sostenible el transporte comercial gracias a la energía solar. Además, los autobuses urbanos ya están equipados con celdas solares para reducir las emisiones y los costos de combustible.
Varios vehículos
Se está llevando a cabo un piloto de tres años en el que se combinarán modelos y se verificarán a través de monitoreo y pruebas en carretera. Los paneles solares se integrarán en varios vehículos (coches, camiones, autobuses y furgonetas). Los vehículos también estarán equipados con sensores para medir y determinar la radiación solar en condiciones reales en toda Europa.
Los resultados deberían proporcionar información sobre cómo mejorar la eficiencia de los vehículos eléctricos con tecnología solar integrada. Sobre esta base, pretenden determinar el potencial integral de esta tecnología y predecir qué infraestructura de carga sería necesaria si una proporción significativa de todos los coches eléctricos estuvieran equipados con tecnología solar en los próximos años. Los hallazgos eventualmente se traducirán en un conjunto de recomendaciones políticas para la Comisión Europea.