El sector automotriz mundial ya estaba bajo presión incluso antes de la pandemia de coronavirus. Entonces, ¿cómo sobrevivirá a esta crisis y qué cambios estructurales se avecinan?
Covid-19 ha provocado bloqueos sin precedentes en todo el mundo, lo que ha provocado un impacto en la oferta y la demanda a nivel mundial. Los cierres de producción, así como los recortes de empleos y salarios, ya están afectando a la economía, mientras que los préstamos podrían restringirse a empresas y consumidores a pesar del generoso apoyo del gobierno y del banco central. Dado que las medidas de bloqueo se relajan solo gradualmente, Covid-19 podría tener efectos duraderos en nuestro comportamiento, la sociedad y la economía. Un sector que había estado bajo presión incluso antes de la pandemia es la industria automotriz. Las ventas ya débiles en China, el mercado automotriz más grande del mundo, la guerra comercial, la búsqueda del futuro del automovilismo, los conceptos cambiantes de movilidad y el llamado a una mayor protección climática habían generado una presión cíclica y estructural sobre la industria. Ahora, con muchas economías bloqueadas por completo, cadenas de suministro interrumpidas, caída de la demanda y esquemas de trabajo de corta duración, la industria automotriz enfrenta desafíos aún mayores.
China, donde comenzó el brote de Covid-19 a fines de diciembre, fue el primer país en cerrar sus puertas, restringiendo los viajes, cancelando los planes para el Año Nuevo chino y cerrando fábricas. Si bien las ventas de vehículos ligeros habían caído un 18,6% interanual en enero, febrero experimentó la mayor caída jamás registrada en la serie temporal, con una contracción de las ventas del 79,1%. No obstante, las ventas de abril se recuperaron con las ventas de vehículos livianos superando la marca de 2 millones de vehículos en comparación con las ventas de solo 1.4 vehículos el mes anterior, aumentando un 4.4% interanual gracias a un repunte en vehículos comerciales.
En Europa, la demanda de vehículos se redujo drásticamente en marzo y el mercado de vehículos ligeros de la UE se contrajo un 44% interanual debido a que las medidas de cierre, el cierre de concesionarios y la incertidumbre de los consumidores provocaron un lastre, mientras que en EE. UU. Las ventas de vehículos de pasajeros nuevos y camionetas ligeras se desplomaron un 47,9% interanual en abril. Estas caídas mensuales se asemejan a la recesión de la industria en 2008 y 2009 o son incluso peores. Sin embargo, en aquel entonces, la producción y la vida pública no se detuvieron en gran medida. Entonces, ¿cómo saldrá la industria automotriz de esta crisis sin precedentes y habrá cambios estructurales importantes?
Jorge Carlos Fernández Francés, editor, analista y experto en el sector automotriz. Su experiencia a lo largo de los años, le ha dado la oportunidad de colaborar en distintos medios de comunicación para difundir las últimas noticias sobre el mundo del automovilismo.