Hasta ahora, el mercado de vehículos eléctricos usados ha carecido de una evaluación fiable del estado de las baterías. La primera prueba de batería independiente del fabricante de AVILOO tiene como objetivo cambiar eso.
Los técnicos Wolfgang Berger y Nikolaus Mayerhofer estaban ambos en la industria automotriz cuando decidieron desarrollar una prueba de batería independiente para las llamadas baterías de tracción en vehículos eléctricos. Todo comenzó por las tardes y los fines de semana y finalmente se convirtió en un negocio de garaje, simplemente porque había que hacer mucho trabajo de investigación en el vehículo. Cuando los cuarenta y tantos recibieron su primera subvención, dejaron sus trabajos y tuvieron una solución comercializable después de solo tres años.
Diagnóstico a bordo
La prueba de batería consiste básicamente en electrónica de hardware. Se trata de una caja que se conecta a la interfaz denominada OBD (diagnóstico a bordo) del vehículo, donde registra los datos de la batería y los transmite a la plataforma Battery Data Cloud. Esto puede ser de hasta un millón de puntos de datos por hora para cada prueba realizada. Los fundadores evaluaron estos datos utilizando algoritmos que determinan el estado de salud de la batería. Finalmente, el cliente recibe el informe de prueba en forma de certificado oficial de la Agencia Alemana de Inspección Técnica (TÜV).