Investigadores de la Universidad Técnica de Lausana (EPFL) y la Corporación JTEKT de Japón han desarrollado un sistema de conducción automática que interactúa con el conductor. Este sistema debería aumentar la seguridad, la eficiencia y la comodidad al buscar activamente la interacción con el conductor humano.
Seguridad
Aunque muchos vehículos producidos en masa ya tienen incorporada la tecnología de conducción autónoma, hay pocos datos disponibles sobre su seguridad. Muestra que colocar demasiado control con el vehículo puede hacer que el conductor preste menos atención y sea más probable que se vea involucrado en un accidente.
Jürg Schiffmann, jefe del Laboratorio de Diseño Mecánico Aplicado, dijo que los vehículos actuales en el mercado son manuales o automatizados. “No hay forma de compartir el control del vehículo. Esto es peligroso porque el conductor confía demasiado en el sistema automático”, dijo Schiffmann.
caballo y jinete
En colaboración con JTEKT, EPFL ha desarrollado un sistema que permite esta interacción humano-robot. Los investigadores esperan que este enfoque aumente tanto la seguridad de la conducción automática como su aceptación social. Tomohiro Nakade, investigador de JTEKT, dice que esta investigación se basa en adaptar el sistema a los humanos.
Nakade, autor de un artículo reciente sobre el proyecto en Nature , dice que la comparación con el caballo y el jinete es una buena metáfora. “Un vehículo siempre debe estar abierto a la negociación con el conductor humano. Esto es como un jinete comunicando a través de las riendas al caballo cuáles son sus intenciones”.
La interacción continua entre el conductor y el sistema garantiza que las personas tengan la oportunidad de responder. Robert Fuchs, ex alumno de EPFL que ahora comenzó a trabajar para JTEKT, dice: «Si las personas simplemente monitorean un sistema y no participan activamente en él, pierden la capacidad de responder».
Participación activa
El sistema tiene tres funcionalidades para lograr la participación activa: interacción, arbitraje e inclusión. Son posibles diferentes tipos de interacción, como la cooperación, donde el sistema ayuda a los humanos a lograr una meta, y la competencia, donde los humanos y el sistema se involucran en actividades opuestas.
La función de arbitraje hace que el sistema elija un modo de interacción en función de la situación en la carretera. Esto permite que el sistema cambie de cooperación a competencia para evitar una colisión inminente. La función de inclusión hace que el sistema vuelva a calcular si interviene el conductor. Esto es sustancialmente diferente de los sistemas actuales, que se apagan cuando el conductor toma el volante.