La cuarentena derivada de la presencia y expansión de la enfermedad denominada como COVID-19 pareciera no tener fin, afectando cada día en mayor cantidad a muchas de nuestras actividades diarias. A pesar de que gran parte de nuestra rutina ha migrado al ámbito digital, y muchos negocios han tratado de aprovechar esta modalidad de funcionamiento, hay una industria que sin duda se ha visto afectada enormemente: la industria automovilística.
Desde el mes de marzo, muchas empresas de todas partes del mundo anunciaban el cierre de múltiples plantas de producción durante días o semanas, debido a la menor demanda de autos a nivel mundial, a la falta de piezas para suministro y a las medidas de seguridad que comenzaron a implementarse para disminuir la transmisión del virus entre los empleados.
Sin embargo, algunos especialistas de la economía y de la industria del automovilismo indican que el cierre de algunas de las plantas de producción durante la pandemia no ha sido del todo inoportuno. Esta opinión aparece debido a que, desde hace un par de años, las ventas de los automóviles han dejado de crecer, y por el contrario, se han visto disminuidos en una gran diversidad de países. Como ejemplo, en México se vio una disminución de un 7.7% de venta de automóviles durante el 2019 en comparación con el 2018, afectando esto principalmente al segmento de los autos chicos y medianos.
Es por lo anterior que, según estas opiniones, la pandemia del COVID-19 ha permitido a las empresas continuar con sus movimientos para la disminución de la producción que, de cualquier modo, se habrían planeado para llevar a cabo en los meses venideros, buscando así mantener a raya la oferta y la demanda de vehículos de una gran cantidad de marcas como Volkswagen, Nissan, General Motors o Audi, quienes anteriormente ya habían comenzado a ofrecer a sus trabajadores jubilaciones anticipadas como parte de la misma estrategia.
Otro aspecto fundamental que se ha visto afectado dentro de la industria automotriz por causa de la pandemia es la exportación. El desarrollo, ensamble y venta de automóviles es una actividad completamente globalizada, donde cada una de las partes de este proceso se lleva a cabo, normalmente, en un país diferente. El cierre de fronteras de una gran cantidad de países, así como la propia disminución de la demanda, ocasionará una congestión de piezas y vehículos en ciertos países, ocasionando así un problema de logística que deberá resolverse tan pronto como sea posible al concluir la cuarentena.
Definitivamente, la pandemia ocasionada por el COVID-19 ha afectado a una enorme cantidad de industrias y negocios, entre estas la del automovilismo. Debido a esto, deberemos estar atentos para observar los siguientes pasos que darán los gigantes de la producción de automotores para disminuir los efectos que, a largo plazo, podría ocasionar esta contingencia sanitaria que ha afectado a todo el mundo.