jorge carlos fernandez frances

El automovilismo y la redes sociales

Jorge Carlos Fernández Francés nos platica que en los últimos años, las tecnologías digitales como las redes sociales han tenido un aumento inimaginable en su crecimiento, uso y aceptación como parte del día a día de una gran cantidad de personas alrededor del mundo. El automovilismo no se ha quedado exento de ser influenciado por las redes sociales, convirtiéndolo en todo un fenómeno dentro de estos medios tanto en relación a los pilotos partícipes de este deporte como en relación a la recepción que tienen los seguidores de estos eventos competitivos.

Una figura fundamental en las redes sociales son los conocidos influencers: personas cuya presencia en internet se basa en tener una cantidad considerable de seguidores y en el dar a conocer sus opiniones sobre temas en específico. En el año 2019, la revista Forbes de España publicó una lista con los influencers más relevantes de este país, entre los cuales se encontraban 2 individuos partícipes del mundo competitivo del automovilismo: Dani Clos (piloto de automovilismo de la GP2 Series) y Carmen Jordá (una piloto conocida por su participación en la GP3 Series). Otras figuras destacadas relacionados al mundo de los automóviles fueron Markos MikZ y Vicesat, ambos por su destacada participación en la plataforma Youtube, el primero exponiendo curiosidades y dando consejos sobre el funcionamiento de los automotores, y el segundo con sus conocidos videos con trucos para la restauración de coches.

Otro aspecto relevante de las redes sociales en relación con el automovilismo es el conjunto de tendencias que pueden llegar a presentarse previo y posterior a las competiciones más importantes. Un ejemplo de esto se presentó en México en el año 2017, cuando el Gran Premio de México de la Fórmula 1 generó más de 13,363 millones de interacciones en la red social Twitter durante el fin de semana posterior a su realización, manteniéndose varios hashtag relacionados al evento en trending topic durante varias horas.

Finalmente, el automovilismo se ha relacionado más íntimamente con las redes sociales en los últimos meses debido a la contingencia ocasionada por el CoVID-19, por lo cual múltiples personalidades relacionadas con este deporte han mantenido una comunicación más estrecha con sus fans y con los medios de la prensa a través de Instagram, Facebook o Twitter. Tal es el caso de Dani Sordo, piloto español del Campeonato Mundial de Rally (WRC), quien ha realizado múltiples declaraciones en redes sociales sobre su experiencia personal ante la cuarentena y también sobre sus expectativas a futuro en materia de las competiciones de su categoría.

jorge carlos fernandez frances

¿Cómo la vida se parece a los autos?

Jorge Carlos Fernández Francés es un gran fan del sector automotriz, por lo tanto, hoy nos preguntamos: ¿Cómo la vida se parece a los autos?

Inventado en el siglo XIX por Karl Benz y popularizado gracias a la producción en masa durante el siglo XX, el automóvil moderno representa mucho más que un medio de transporte cotidiano. En un inicio, buscaba proporcionar movilidad de manera simplificada a los conductores de carruajes, pero hoy en día ha crecido hasta convertirse en un estilo de vida, una de las industrias más importantes del mundo y una pieza clave de feroces competiciones deportivas. Sin embargo, ¿cómo la vida se parece a los autos?

El automóvil, conforme a su desarrollo a lo largo de la historia, ha representado las necesidades de la vida de todo tipo de personas. De esta manera, se ha desarrollado tal y como sucedería con un ser humano a lo largo de su vida. Tras sus inicios, durante el siglo XIX y XX, el auto se limitaba a ser un medio de transporte con mayor autonomía y fácil manejo en comparación a los carros tirados por caballos; es decir, tenía una tarea simple dentro de la sociedad y tenía sobre sí una gran cantidad de expectativas a futuro a pesar de ser aún un artilugio con un enorme grado de inmadurez. Nadie podría haber previsto en lo que se convertiría a futuro.

En plena “adolescencia” del automóvil, durante el auge en su crecimiento gracias a la producción en cadenas de montaje propuestas por Henry Ford (y su famoso modelo T), además de las propuestas de otros innovadores de la industria, los problemas no tardaron en aparecer. Esto debido a que se necesitaban nuevas medidas para organizar tanto a la industria del automóvil como a los consumidores, regulando a estos últimos con implementaciones como los semáforos y los parquímetros. Como en toda persona joven ansiosa por mostrar todo su potencial, las competiciones de automóviles no tardaron en aparecer, con el primer campeonato internacional en 1950: la Fórmula 1.

Conforme los años pasaron, el auto comenzó a diversificarse en diseños y finalidades, llegando así a su madurez temprana. Ahora se encuentra establecido como el medio de transporte por excelencia, pero también como un estilo de vida para todos aquellos que emplean incontables horas de trabajo para externar su personalidad y ambiciones a través de su vehículo, o como uno de los deportes con mayor intensidad en el mundo. El automóvil es y seguirá siendo relevante durante las décadas venideras, como un adulto joven que sigue diversificando sus capacidades e intereses, pero que aún tiene muchas sorpresas en el futuro conforme a su perfeccionamiento y su adaptación a los cambios venideros del mundo moderno.

La fascinación por el Corvette entre astronautas

Cuando hablamos de la popularidad de algunos trabajos siempre encontraremos algunos que siempre estarán en los primeros lugares, como el de astronauta por ejemplo. Muchos de pequeños quisimos serlo y aún de adultos llegamos a fantasear con lo que veríamos y sentiríamos si pudiéramos salir del planeta. Por algo aquellos que lo logran son tan admirados. General Motors entendió a la perfección esto y en una jugada muy astuta, decidió usar su deportivo por excelencia, el Chevrolet Corvette, para ser el vehículo que trasladaría a algunas de las personas más populares de Estados Unidos y el mundo en los años 60 y parte de los 70.

No es secreto para nadie que en la década de los 50 y 60 el mundo estaba creciendo a pasos enormes, la tecnología evolucionaba a diario y algunas tensiones entre países sumamente poderosos se volvía más grande. En determinado momento la atención del mundo se centró en la carrera espacial para conocer lo que estaba fuera de nuestro mundo y de cierta forma tener algo más con que sacar ventaja a otras naciones fuertes.

La etapa de poner satélites en órbita ya estaba normalizándose, pero algunos querían más. Por ello Estados Unidos puso mucha atención en la NASA, le otorgó fondos para desarrollar lo que fuese a darles esa ventaja, y así, dar paso a los diversos programas que buscarían llevar al hombre al espacio y después a la luna. Para ir al espacio se necesitan muchísimos conocimientos y cualidades, por lo que ser elegido para desarrollar esta tarea conlleva pasar decenas de filtros, pruebas y demás. Aquellos que lo lograran definitivamente eran especiales y de inmediato se ganaban una cantidad enorme de popularidad.

Durante los inicios del entrenamiento espacial en 1959, Alan Shepard, primer estadounidense en llegar al espacio (1961), se presentó a las pruebas a bordo de su propio Corvette de 1957. Un auto que usaba constantemente y que se asoció a su imagen rápidamente. Por ello cuando regresó a la Tierra tras cumplir su primera misión, General Motors decidió regalarle un Corvette 62 como agradecimiento por su valentía.

En un inicio General Motors no tomó más acciones después de entregarle el Corvette nuevo a Shepard, sin embargo, más tarde, Jim Rathmann, piloto profesional y propietario de un distribuidor de Chevrolet cercano a Cabo Cañaveral en Florida, llamó la atención de los directivos de GM al ver cómo varios integrantes de la NASA, incluyendo astronautas, acudían a él para comprar sus autos o incluso modificarlos un poco para volverlos más rápidos.

Con esto en la mira, uno de los directivos de GM pensó que si los astronautas usaran sus autos podría darles una buena dosis de publicidad gracias a que algunos de los hombres más populares del país serían vistos manejando coches de alguna de sus marcas. Con esto en mente, Ed Cole, un ejecutivo que se convertiría en presidente de General Motors, se aseguró de que Rathmann ofreciera algunos arrendamientos de un dólar al mes a los astronautas, que básicamente les daba acceso gratuito a cualquier auto de la marca. Para sorpresa de ellos, los primeros astronautas en usar el arrendamiento eligieron al Corvette como su auto.

Por si fuera poco, tenían libertad de elegir la configuración de los autos, por lo que cada uno tenía un Corvette con los motores más grandes disponibles y detalles estéticos que los hacían únicos.

La historia del Corvette y los astronautas de la NASA continuó durante varios años con personajes como Neil Armstrong y Buzz Aldrin, también aprovechando este trato para hacerse de su propio Corvette. Sin embargo, hubo un trío de Corvette que se volvieron los más emblemáticos de esta especie de relación, se trata de los modelos de Alan Bean, Charles Conrad, y Richard Gordon, que pidieron sus autos en color dorado con contrastes en negro que imitaban el esquema de color de su módulo lunar.

A pesar de tener este arrendamiento de un dólar, no todos los astronautas lo tomaron, algunos prefirieron comprar sus propios autos como cualquier otra persona. Afortunadamente para General Motors, la mayoría de ellos tomó la oportunidad que crearon. Este programa de apoyo a los astronautas se mantuvo en pie hasta 1971.

Desde entonces han existido algunas ediciones especiales que conmemoran estos momentos, e incluso el lanzamiento del Corvette C8 Convertible se llevó a cabo en Cabo Cañaveral.

Fuente: https://www.motorpasion.com.mx/industria/chevrolet-corvette-nasa-historia-curiosidades-astronautas